Bi-Campeón de América

Un nuevo festejo tuvo esta noche Peñarol tras un partido durísimo ante Halcones de Xalapa a quien le ganó por 93 a 91 en el último partido del Final Four de la Liga de las Américas. De esta manera el conjunto de Sergio Hernández fue el campeón invicto, festejó su segundo título en casa y es el único equipo que ganó dos veces el torneo.



Por Yanina Callabá

Peñarol campeón de América. Una vez más toda la hinchada “Milrayitas” festeja el nuevo campeonato, la Liga de las Américas 2010. Pero para levantar la copa los dirigidos por Sergio Hernández debieron luchar y mucho esta noche ante Halcones de Xalapa, a quienes vencieron por 93 a 91 en un agónico partido que llegó a tener un tiempo suplementario, luego de empatar en 83.

El juego comenzó con una defensa dura debajo de las tablas, aunque Peñarol fue quien abrió el marcador con una volcada de Martín Leiva y como es su costumbre en este torneo impuso un parcial de 7 a 0 cuando iban cuatro minutos de juego. Halcones llegaba pero la defensa que le planteó el equipo de Sergio Hernández fue tan dura que su rival tiro incómodo y le dejó los rebotes a un Peñarol que también estuvo algo errático. La diferencia en el marcador comenzó a hacerse cada vez mayor (14 a 5) y las principales vías de gol fueron “Tato” Rodríguez, Martín Leiva y Kyle Lamonte, ante un pobre Halcone que en 7 minutos sólo había anotado 6 puntos. Ya sobre el cierre de este primer parcial, los dirigidos por Néstor García aprovecharon algunas desatenciones de su rival, ajustaron la defensa y a través del 10 y del 17 se mantuvieron a 8 puntos (20 a 12) y así continuó hasta que sonó la chicharra que achicó hasta los 5 puntos (20 a 15).



En los primeros minutos del segundo cuarto, el equipo mexicano entró a la cancha más efectivo y conquistó varios triples que le permitieron quedarse a sólo 3 puntos (25 a 22) a pesar de la mala noche que hasta el momento tenía Leandro García Morales, el estandarte de este plantel, ante un Peñarol que no estuvo certero y le costó penetrar la zona, aunque aprovechó algún que otro triple para mantenerse con la presencia de Leo Gutiérrez. A partir de allí el cotejo se volvió parejo pero Peñarol como siempre sorprendió con esos tiros de tres puntos, levantó a todo el estadio en un canto y siguió al frente (34 a 25) hasta volver a sacar 12 de distancia (42 a 30) a sólo un minuto del final de la primera etapa donde anotó un par de puntos importante para irse al descanso largo arriba por 44 a 35.

Halcones buscó una rápida reacción en el inicio del tercer cuarto a través de los tiros de tres puntos y logró un parcial de 12 a 4 ante un Peñarol que no pudo superar la defensa y cometió errores importantes que le dieron la posibilidad a los mexicanos de quedar a sólo 1 (48 a 47) incluso pasó al frente por primera vez en la noche y lo hizo con lanzamientos certeros y aprovechando algunas faltas que le cedió el local (54 a 50). A partir de ahí todo fue muy luchado, además la gente aportó con el canto constante y también algún que otro insulto por el fallo de los árbitros. Nuevamente el marcador daba como ganador parcial al equipo de Sergio Hernández al término del tercer período (55 a 54).

Los fatídicos 10 minutos iniciaron con un Peñarol que pasó bien el balón, pero del otro lado, Halcones fue inteligente y logró varias conversiones y falta para no dejar escapar a su rival, pero sí tratar de escaparse él en el marcador (61 a 59). Por el lado de Peñarol, Lamonte fue el protagonista de este cuarto en ofensiva, tanto con los puntos como con los rebotes y las asistencias. Los cinco minutos finales fueron para el infarto, punto a punto, muy peleado y con muchos nervios (68 a 65). Cada vez que el local intentaba escaparse, su rival lo acechaba con un triple, especialmente de Mariscal o Mata (69 a 68). Sólo faltaban 3 minutos y la hinchada pedía un poco de tranquilidad, tal es así que con puntos de Lamonte y los rebotes ofensivos el conjunto marplatense volvió a tomar una ventaja de 8 puntos (78 a 70) ante las imprecisiones de Halcones que sobre el cierre erró casi todo lo que tiró incómodo, aunque en el básquet nunca es tarde y a 1.30 del gran final Peñarol sólo ganaba por 5 (78 a 73). Ese tiempo que restaba fue aprovechado por los entrenadores para pedir los minutos necesarios y armar la estrategia para quedarse con la victoria (81 a 78). Todo fue tan parejo, que faltando 13 segundos y después de una supuesta tranquilidad “Milrayitas”, Mariscal convirtió un triplazo que puso el marcador a un punto otra vez (82 a 81). Lamonte metió uno de los dos libres y hubo una falta de Leiva que Halcones convirtió en dos puntos y empató (83 a 83) con 5 segundos por jugar. Sacó Leo Gutiérrez desde el fondo largo para Campazzo que se quedó cortó con la bandeja y a tiempo suplementario (83 a 83)…



Y tras todo lo que se sufrió, había que superar otros cinco minutos más. Durante ese tiempo las cosas siguieron parejas, punto a punto y muy peleadas. Ambos equipos defendieron duro para evitar el avance rival. Pero Peñarol estuvo más concentrado y supo lidiar con los nervios para llevarse la victoria, algo que no pudo hacer Halcones, que tuvo el ataque para volver a empatar el juego pero la pelota pasó de mano en mano y por fin sonó la chicharra que le dio un nuevo título a un Peñarol que sigue haciendo historia.


Síntesis

Peñarol (93): Sebastián Rodríguez 15, Kyle Lamonte 39, Marcos Mata 7, Leonardo Gutiérrez 8 (x) y Martín Leiva 12 (FI); Facundo Campazzo 8, Sebastián Vega 0 y Alejandro Diez 4. DT: Sergio Hernández.

Halcones de Xalapa (91): P.Meza 0, L.García Morales 13 (x), N.Alonzo 13, V.Mariscal 17 y J.Martínez 19 (FI); O.Méndez 5, G.Brown 21, A.Parada 3, R.Marentez 0, V.Avila 0 y R.Castillo 0. DT: Néstor García.

Parciales: 20-15, 44-35, 55-54 y 83-83.

Arbitros: Reynaldo Mercedes (R.Dominicana), Jorge Vázquez (Puerto Rico) y Cristiano Maranho (Brasil).

Estadio: Polideportivo "Islas Malvinas" de Mar del Plata (6.800 espectadores)


LAMONTE EL MVP

Kyle Lamonte fue elegido el jugador más valioso del Final Four de la Liga de las Américas. El americano fue impredecible y un total protagonista en cada partido que jugó su equio. Además para Sergio Hernández fue un arma letal en los momentos claves.